Héroes de Cartón (La Historia sin Fin)
Del 5 al 3 y del 3 al 5%:
“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla” reza un conocido refrán y en el mercado inmobiliario de hoy cobra especial vigencia. Quien escribe comenzó su camino en el sector inmobiliario aproximadamente por marzo del 2007, para dicho momento el mercado inmobiliario se hallaba en proceso de formalización y los agentes y oficinas, en su mayoría marcas nacionales y/o regionales, celebraban la próxima llegada de la tan esperada Ley N° 29080.
Las condiciones para ese entonces eran un poco distintas a las de hoy: aún se utilizaban las recordadas páginas amarillas, los anuncios clasificados, los letreros en ventana (que en mi humilde opinión siguen siendo una de las mejores herramientas de publicidad) y la preparación de los nuevos agentes solía ser más “auto didacta”.
Otra característica que muy pocos conocen es que en aquel tiempo es que el estándar de la comisión por vender una propiedad era del 5% más IGV. Sí, ésa era la comisión promedio y la competencia se hacía dura pues, al haber pocos, los agentes inmobiliarios tratábamos de atender al cada vez más creciente mercado peruano con las herramientas que teníamos al alcance, pero siempre con profesionalismo.
Fue algunos años después que, con el ingreso de las primeras marcas de inmobiliarias trasnacionales, las comisiones comenzaron a bajar hasta poner como nuevo estándar el 3% del precio de venta. Agentes nuevos con muy poca preparación, una expansión apabulladora de las oficinas a nivel nacional y una marcada política de romper el mercado basado en comisiones más bajas fueron la característica de la estrategia para romper el mercado; inclusive hubo alguna marca que duró muy poco tiempo en el país que pretendió llevar ese margen hasta el 1%, felizmente ello no prosperó.
Todo esto constituye el preámbulo de la curiosidad que despierta el que aquella marca que inició el derrumbe de lo que era casi una ley no escrita ahora empezó una furibunda campaña para retomar la senda que ellos mismos se encargaron de borrar diciendo que “el trabajo del agente inmobiliario debe ser bien recompensado y que las comisiones no deben bajar del 5%”; dicha afirmación me deja con la misma reacción de un dibujo animado cuando tiene un signo de interrogación sobre la cabeza.
Dicha “iniciativa” ha sido aplaudida por muchos pues, al considerarse innovadora, hace que quienes no están enterados de que quienes fueron los realmente responsables de la reducción en las comisiones fueron los mismos que hoy hacen flamear las banderas de una comisión acorde al trabajo que realizamos en el día a día de los agentes inmobiliarios del Perú.
Ojo, creo que todos estamos de acuerdo en que una comisión para un agente realmente profesional, que realiza un AMC a conciencia, que realiza un análisis legal y tributario de la propiedad que está captando y una inversión en publicitar la misma, debe ser sí o sí del 5%, pero de ahí a pretender decir que “soy pro 5%” cuando mi marca se encargó de bajar dicho porcentaje es, por decir lo menos, bastante jalado de los pelos.
Terroristas del Idioma:
Si bien es cierto que las redes sociales han sido el vehículo que nos permite ampliar las fronteras de nuestro accionar, que nos permite estar cerca de gente que realmente tiene una distancia física con nosotros bastante grande, que nos permite tener un abanico de posibilidades mucho mayor al que teníamos antes de ellas y demás, también nos ha permitido darnos cuenta de lo terriblemente mal que escriben y/o hablan muchas personas.
Las faltas de ortografía, las omisiones de los signos de interrogación, de los signos de admiración, de las comas, puntos y coma y etc. son una constante cada vez mayor no sólo en post personales, en grupos de amigos o algo parecido, lo que lo hace aún más preocupante; lo que realmente enciende las alarmas es que muchos profesionales cometen estos errores y no sólo en su día a día, si no en los anuncios o post dirigidos a su público o a los colegas.
Hace poco vi a alguien que trataba con total falta de respeto a quienes tienen años en esta labor llamándolos “dinosaurios inmobiliarios”, lo chistoso es que al leer el texto que acompañaba a su video escribía algo como “alguna ves” lo que me produjo risa pues hasta un niño puede darse cuenta que, cuando se habla de alguna ocasión determinada, dicha palabra se escribe con la letra “z” (vez).
Así como estas joyas, también he escuchado a quienes utilizan palabras que pueden sonar muy sofisticadas, pero que son un real atentado a un idioma tan rico y bello como es el español bien hablado. Decir que ciertas oficinas “están aperturando”, que “primeramente” algo, o hablar de “auto estima corporativa” puede que suene hasta cierto punto bonito y sofisticado, pero constituye un real atentado terrorista contra el idioma. Mención aparte merecen aquellos que aún utilizan palabras como “nadies”, “en ahí”, “enantes”, “haiga” y otros misiles más.
Un profesional debe preocuparse por desarrollar su carrera de la mejor manera, de atender a sus clientes hasta lograr captarlos de tal manera que seamos a quienes llamen cuando necesiten resolver cualquier consulta del sector en que nos desarrollemos, pero nunca debe perder de vista detalles como los descritos para dar la imagen ejecutiva que los clientes y un mercado aún en desarrollo merecen.
Si quieren saber más sobre mí y mis servicios te dejo los enlaces de mis redes.
Página web: https://century21.pe/inmobiliaria/35-century-21-lk-lima-lima-peru
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