ENTRE LA ZOZOBRA Y LA INCERTIDUMBRE

Reza un dicho muy mentado en los últimos días que “el desentenderse de la política es ser gobernados por los peores hombres” (Platón) y realmente lo que está sucediendo en el país es la consecuencia de la desidia de nuestra población por saber y preocuparse por quiénes llegan al poder, por saber más allá de lo que sus hojas de vida dicen, de que prime el “yo” antes que el “nosotros”, de una insana costumbre de aplicar el “sálvese quien pueda” y en estar acostumbrados a ocupar nuestras mente y nuestro tiempo más en los últimos chismes de la tristemente célebre farándula peruana que en velar por tener gobernantes probos.

Definitivamente la situación actual no pinta nada bien, la institucionalidad se ha visto atropellada otra vez y si a esto le sumamos todos los rezagos que la pandemia nos dejó realmente nuestro país se ve sumergido en un completo caos. La reciente destitución y/o vacancia de Martín Vizcarra ha encendido las alarmas en todos los actores económicos, los inversionistas de los distintos sectores.

El mercado inmobiliario es el más sensible en la economía del país: es el primero en retraerse cuando las cosas empiezan a ir mal y el último en recuperarse cuando la economía es saludable, pero lo bueno es que toda regla tiene siempre una excepción y es que existen siempre aquellos que saben ver la oportunidad en medio de la crisis.

Con factores como la enorme variación de cinco puntos en el tipo de cambio del dólar de un día al otro, quizá algunos propietarios vean que es un buen momento para vender, pero puede ser que retraiga el interés de compra de algunos interesados, o quizá vean más interesante el hacer las compras de inmuebles en soles; de cualquier manera, esto contribuiría a que el mercado no pierda dinamismo, al menos no tanto.

Los que nos dedicamos a trabajar en este rubro estamos obligados a seguir trabajando con el mismo ímpetu y la misma pasión de siempre, debemos redoblar esfuerzos para conseguir que nuestros clientes no entren en pánico ante la avalancha de malas noticias que inundan los medios estas últimas semanas, hacerles saber que no es momento de retirar los inmuebles ofertados por temor a un panorama que se torna turbio y es que no es para menos, que yo recuerde, no he sabido antes de algún país en la región haya tenido tres presidentes en un periodo de cuatro años y cuando nada asegura que el vacar presidentes se haga una costumbre insana del Poder Legislativo.

Entonces, si permanecemos enfocados en brindar un servicio de calidad, a filtrar a los interesados en los inmuebles que tenemos en cartera, de guardar los protocolos sanitarios necesarios sumado a un correcto análisis del precio de la propiedad, de un análisis legal concienzudo y un análisis tributario podremos seguir colaborando con la recuperación económica del país.  

Para el momento en que escribo este artículo aún no tenemos la certeza de las medidas en economía, en salud y en política interior pero sí tenemos el conocimiento de que el dólar subió a un ritmo completamente acelerado, pero tampoco se sabe a ciencia cierta cuál será el comportamiento de la moneda estadounidense.

El mensaje que debemos transmitir a nuestros clientes siempre tiene que ser con la finalidad de generar tranquilidad a pesar del panorama que tenemos hoy e incluso de lo que pueda venir en el futuro próximo, esto también debe ser considerado por nosotros, los profesionales en bienes raíces, como una máxima de nuestra labor.

Como país hemos superado una y otra vez las crisis más terribles que, inclusive me atrevo a decir, podría superar la imaginación de cualquier libretista de Hollywood; estoy seguro que esta es sólo una crisis más que hará que salga lo mejor de cada uno de nosotros para poder superar este episodio nefasto de nuestra historia.

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