Mi experiencia como asesor REMAX | ¿Es conveniente trabajar con RE/MAX Perú?
En este momento RE/MAX sintió el verdadero terror…
Tranquilos…
La intención del presente artículo no es hundir, revelar secretos o quejarme de la marca. Tampoco es hacerles publicidad e incentivar a todos a unirse a ella. Simplemente quiero ofrecer un punto de vista neutro, no guiado por intereses ni emociones, desde mi experiencia y que le sea de utilidad a quien está considerando ingresar a la marca del globito.
Si mi opinión los favorece o no, eso quedará en ti, apreciado lector.
Antes de compartir mi experiencia personal, definamos rápidamente dos puntos:
¿Qué es REMAX y cómo funciona?
REMAX es una marca que desata pasiones, ¡qué duda cabe! Odiada y criticada por muchos, amada y defendida por otros.
RE/MAX una empresa inmobiliaria de origen estadounidense que opera bajo el sistema de franquicias, lo que le ha permitido tener presencia en más de 100 países. En Perú fue pionero al llegar en el 2009 y actualmente cuenta con más de 100 oficinas en Lima y provincias como Cusco, Arequipa y Trujillo.
Básicamente una oficina consta de un Bróker (quien adquiere los derechos de uso de la marca) y uno a más managers, quienes son los encargados de reclutar, capacitar y dar seguimiento a sus asesores.
¿Cuál es la principal ventaja de ser un agente REMAX?
Más adelante comento los puntos positivos, pero principalmente, sería que te capacitan desde cero, te apoyan con los gastos de publicidad y te dan la facilidad de ser asesor inmobiliario sin experiencia ni contar con un código. Si lo último es correcto o no, creo que es material para otra entrega.
Ahora sí, vamos al grano…
Mi experiencia como asesor REMAX
A finales del 2015 me encontraba en apuros económicos.
A pesar de ser ingeniero de una universidad de prestigio, tener cierta facilidad de palabra y dominar el inglés, no encontraba un trabajo que me pague lo que deseaba. Ya para ese momento, había formado mi propia empresa en el rubro alimentario, pero no conseguía hacerla despegar.
Es así que, una mañana después de jugar una pichanga y contarles mi delicada situación a mis amigos, uno de ellos me dice:
- ¿Por qué no eres agente inmobiliario? Te iría muy bien.
- ¿Y qué es eso? Respondo.
- Las personas te contratan para que las ayudes a vender su casa y tú ganas un porcentaje de esa venta. Tú mismo te pones tus horarios y la oficina se encarga de la publicidad. Yo estuve en REMAX, no me fue bien, pero tampoco le puse mucho empeño.
Wow, eso era todo lo que debía escuchar.
Esa misma tarde investigué todo lo que pude y postulé a cuanta oficina REMAX me apareció. Vale recordar que, en ese momento, no había tanto oficinas o alternativas en el mercado como ahora.
En cuestión de horas, me contactaron y agendamos una cita para la mañana siguiente. Yo estaba emocionado, para qué negarlo.
En la reunión me explican cómo era el modelo de negocio, cuánto podía ganar y cómo me iban a apoyar en las ventas. Por mi mente solo pasaba la pregunta ¿dónde firmo? Hasta que me dicen, que debo pagar una cuota de ingreso y luego una cuota mensual. Se me borró la sonrisa.
Su explicación tenía sentido, pero yo no contaba con el dinero suficiente y se los dije con toda sinceridad.
Según el bróker y el manager, como me vieron muy entusiasmados y con ciertas aptitudes (jaja no sé si esto les dirán a todos), iban a cubrir mi cuota de ingreso hasta que logre mi primer cierre.
Los siguientes días fueron de capacitación. No me puedo quejar, para una capacitación de tres días, estuvo bastante bien. Mi manager dominaba el tema y la oficina cubrió los primeros gastos de publicidad para mis propiedades.
A los pocos días yo ya estaba realizando llamadas de captación y agendando mis primeras citas. Mi primera venta recién se dio en el tercer mes.
Mi relación con RE/MAX duró aproximadamente seis meses y no puedo decir que estuve completamente satisfecho, pero tampoco quejarme pues fueron quienes me dieron la oportunidad de empezar. A partir de ahí me volví agente independiente pero esa ya es otra historia.
Vale, entonces…
¿Qué me gustó de ser un asesor REMAX?
- Que me dieran la oportunidad de ser asesor inmobiliario a pesar de no contar con experiencia ni código de agente. Muchos opinarán que incentiva la informalidad, pero en ese momento solo pude decir GRACIAS.
- El apoyo de la oficina en mis gastos de publicidad. Ojo que esto depende mucho de la oficina que elijas, pero por lo menos en la mía, me tomaron una fotografía profesional, me ayudaban con los diseños, me dieron gratis tarjetas de presentación y también algunos espacios publicitarios para mis inmuebles. ¡Bien por ello!
- ¡Que no te sientes solo! Tienes a tu lado otras personas que, así como tú se están capacitando para ser asesores inmobiliarios y con los que puedas compartir tus miedos, problemas y logros.
- Apoyo del manager. Cualquier duda que tengas puedes consultarla con tu manager, él está ahí para guiarte y evitar que cometas tantos errores.
- La famosa red de propiedades REMAX. Si alguno de mis clientes tenía un pedido de compra o alquiler, simplemente podía entrar a la red y hacer negocio con otro asesor REMAX.
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¿Qué no me gustó de ser un asesor REMAX?
- La falta de filtros al momento de reclutar asesores. Así como me dieron la oportunidad a mí, me di cuenta que se la daban a cualquiera así no demuestre aptitudes, ética o ganas de aprender.
- A medida que pasaban los meses, sentí que empezaban a cobrar todo, incluidas las capacitaciones y los espacios en portales inmobiliarios. Para el porcentaje de comisión que te restan, me pareció que no compensaba.
- No te defienden si un propietario se niega a pagarte la comisión (imagino que habrán ciertas excepciones). Bueno, al inicio me indicaron que ellos “contaban con un área legal” y “al conseguir una exclusiva prácticamente tenía el 50% de la comisión asegurada”. No me pasó a mí, pero sí a varios compañeros que, con contrato de exclusividad y todo, el propietario se negó a pagar, y la marca no movió un dedo. Decepcionante.
- Que algunas oficinas promuevan el no trabajar con ex agentes REMAX ni con otras marcas inmobiliarias. Esta fue la gota que derramó el vaso. Cuando me dieron esa indicación, solo pensé “¿y dónde está el compromiso con el propietario de hacer todo lo posible por conseguir una venta rápida?”.
- El poco filtro y cuidado de la red de propiedades REMAX. Lamentablemente, en muchas ocasiones, las propiedades que encontraba en la red no estaban bien captadas, no habían revisado los documentos o estaban totalmente fuera de precio.
¿Es conveniente trabajar en Remax?
Si me dieran una moneda por cada vez que me hacen esa pregunta, ya hubiese comprado mi propia casa.
Mi respuesta es siempre: “Va a depender únicamente de ti, de tus metas, posibilidades y aptitudes”. ¿Cuándo entonces es conveniente ser un agente REMAX?
- Si no tienes experiencia en Bienes Raíces, puede ser una gran escuela.
- Si no cuentas con código de agente inmobiliario, pues la oficina “te cede” su código, aunque esta práctica es bastante polémica.
- Si te sientes más cómodo con el respaldo de una marca ya posicionada. Ojo, que no siempre te van a abrir las puertas simplemente por decir que eres un agente REMAX.
- Si no cuentas con dinero para promocionar tus inmuebles. Igual, consulta con la oficina qué te va a ofrecer, pues esto es relativo.
El tema de la comisión no lo he puesto como un factor positivo o negativo, pues me parece justo siempre y cuando la oficina cumpla con las facilidades y beneficios que te ofrece la marca.
Muy bien, espero que les haya sido de utilidad. No fui un agente top RE/MAX pero sin duda aprendí mucho de esta experiencia. No salí por la puerta grande, pero tampoco por la puerta falsa.
Y si este artículo llega a algún CEO de REMAX Perú, solo quiero decirles que lo vean como una oportunidad de mejora. Su crecimiento ha sido enorme y los felicito por ello, asimismo, tienen una gran responsabilidad y creo que, si apuestan por la colaboración inmobiliaria, podrían mejorar su reputación en el medio. Las puertas de este humilde blog están siempre abiertas por si quieren responder o aportar de alguna manera a los agentes del medio.